martes, abril 12, 2005

Resumen sobre "Déficit de Atención / Hiperactividad"

Dr. Guillermo Bernaldo de Quirós
Neurología de la conducta - Aprendizaje, atención e hiperactividad
Ex-Fellow, Department of Behavioral
Neurology, Kennedy Shriver (MA)
Ciudad Autónoma de Buenos Aires


¿A que se llama Déficit de la Atención / Hiperactividad?
El Síndrome de Déficit de Atención-Hiperactividad es un síndrome neurobiológico que se caracteriza, habitualmente, por la presencia de 3 síntomas:
hiperactividad, falta de atención e impulsividad. Hiperactividad es sinónimo de
hiperkinesia, y significa excesiva actividad motora La hiperactividad tiene grados de severidad, desde niños que manifiestan simplemente inquietud motora cuando deben permanecer sentados a la hora de comer o cuando deben hacer tareas escolares, hasta aquellos que están en actividad permanente aún cuando miran televisión. La falta de atención está referida a la presencia de períodos cortos de atención (atención sostenida) y se manifiesta en aquellas actividades que no gratifican al niño de manera inmediata, y que le demandan un esfuerzo mental. Impulsividad es el actuar antes de pensar. Las conductas en cuestión varían en intensidad pero no en calidad con respecto a lo normal.
Esto es, las conductas que niños normales tienen a veces, éstos niños las presentan frecuentemente.
Es importante tener en cuenta que hay muchos niños con severos problemas de atención que no tienen historia de hiperactividad. En la actualidad se reconocen 3 variantes de éste síndrome: en la primera predominan los problemas de atención por sobre la impulsividad o hiperactividad; en la segunda predominan los síntomas de impulsividad e hiperactividad, y la tercer variante es mixta (se ven todos los síntomas).

¿Cuál es el criterio diagnóstico?
Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la Asociación
Psiquiátrica Americana (APA) reconocen la existencia de éste síndrome. Existen trabajos acerca del mismo desde principios de siglo, y fue recibiendo a lo largo de los años distintas denominaciones: daño cerebral, daño cerebral mínimo, disfunción cerebral mínima, síndrome hiperkinético, problemas de aprendizaje, y reacción hiperkinética de la infancia. Hoy sabemos que en no más del 5% de los casos es debido a daño cerebral. La APA, en su Manual de Diagnóstico y Estadística (DSM IV) establece los siguientes criterios:
1. Muchas veces no presta atención a los detalles o comete errores por descuido en su trabajo escolar u otras actividades.
2. Muchas veces tiene dificultades para mantener su atención en actividades o juegos.
3. Muchas veces parece no escuchar cuando se le habla.
4. No sigue las consignas o las abandona sin terminar su trabajo escolar, tareas en casa, o trabajo (que no sea debido a falta de comprensión de consignas o a conducta oposicionista).
5. Tiene muchas veces dificultades para organizar sus trabajos o actividades.
6. Evita o le desagrada empezar actividades que requieren de un sostenido esfuerzo mental.
7. Pierde las cosas que necesita para sus actividades.
8. Se distrae muchas veces frente a estímulos ajenos a su tarea.
9. En muy olvidadizo en sus actividades diarias.
10. Es inquieto con sus manos y pies cuando debe permanecer sentado.
11. No puede permanecer sentado en clase o en situaciones donde se espera que lo haga.
12. Muchas veces corre o trepa de forma excesiva en situaciones inapropiadas (en adolescentes o adultos puede estar limitado a una sensación subjetiva de inquietud).
13. Muchas veces tiene dificultades para jugar de manera callada.
14. Esta en actividad constante como si estuviera impulsado por un motor.
15. Muchas veces habla en forma excesiva
16. Muchas veces responde sin que se haya terminado la pregunta.
17. Muchas veces tiene dificultades para esperar su turno.
18. Muchas veces interrumpe las actividades o cuando otros están hablando.

¿Es éste un problema frecuente?
Estudios realizados en Europa, Estados Unidos y Canadá encuentran que entre el
5% al 10% de niños en edad escolar presentan éste problema. En nuestro país el único estudio realizado mostró una incidencia del 7%. Como también sucede con niños que tienen Dificultades Específicas de Aprendizaje (dislexias, discalculia) y otros problemas del desarrollo (autismo, problemas de conducta) es más frecuente en varones que en mujeres, en relación de 3-2:1, esto es, 3 varones por cada mujer.

¿Cómo afecta éste problema al desarrollo de un niño?
Los problemas de la atención e hiperactividad tienen un significativo impacto en el desarrollo social y académico de un niño. En edad temprana, los padres característicamente refieren que el niño salta de juguete en juguete ó de juego en juego, sin poder focalizar su atención en ninguno por mucho tiempo. La hiperactividad se convierte en un difícil problema de manejo en especial a la hora de las comidas, cuando debe hacer tareas, o en lugares públicos. Las rutinas diarias (como lavarse los dientes, vestirse ó hacer los deberes) son motivo de discusión permanente. A diferencia del niño negativista, éste simplemente las posterga de manera indefinida. La falta de atención en el colegio hace que deje sus trabajos incompletos y no entienda las explicaciones de la maestra. Son niños desprolijos y desordenados.
Un rasgo frecuente pero poco estudiado es su labilidad emocional. Por lo general, éstos niños se frustran ante la primera dificultad que encuentran, o cuando no obtienen lo que quieren. Esta frustración se manifiesta por rabietas explosivas de comienzo súbito y final abrupto, de la que parece no quedar memoria alguna momentos más tarde. La impulsividad se manifiesta por interrupciones constantes a la actividad de otros o cuando mayores están hablando.
El resultado final es un rendimiento pobre e inconstante, que en muchos casos es causa de fracaso escolar, con la consiguiente disminución de su autoestima, a pesar de serniños con capacidad intelectual normal. Si el problema no se corrige, es frecuente que progrese a un cuadro de depresión en la preadolescencia o adolescencia. Un 50% de casos se asocian a problemas de conducta (desobediencia y/o agresión). Un 30% de casos se asocian a problemas específicos de aprendizaje (dislexia).
Desde el punto de vista social, la incapacidad para adaptar la conducta a los requerimientos del medio provoca en muchos casos rechazo y aislamiento. Estos niños son por lo general inmaduros en su interacción social, y parecen llevarse mejor con niños de menor edad.

¿Cómo se debe tratar el problema?
Partiendo de un diagnóstico correcto, y de una evaluación de las dificultades que presenta cada niño en particular, un tratamiento exitoso debe necesariamente contar con la colaboración de padres y maestras. Para ello es indispensable que todos los profesionales involucrados conozcan sobre la existencia de éste problema.
El tratamiento debe ser multidisciplinario, y 3 son los pilares del mismo:
(1) Tratamiento médico.
(2) Orientación a padres (Técnicas para modificar la conducta).
(3) Planeamiento educacional.
Existen numerosas medicaciones, de las cuales los estimulantes centrales
(metilfenidato) son los de primera elección. El metilfenidato es uno de los fármacos mejor conocidos en psiquiatría infantil. Se lo utiliza desde 1957, en niños a partir de los 5 años de edad. No todos los niños con AD/HD precisan de medicación, pero por otro lado, la falta de medicación en algunos casos puede hacer que todo el tratamiento fracase. El régimen de medicación debe ser planeado caso por caso, y no crea hábito ni dependencia.Por el contrario, niños no tratados son los que tienen el riesgo, por sus fracasos repetidos, de desarrollar conductas adictivas en la adolescencia. Los efectos colaterales son poco importantes y transitorios, y deben ser explicados por el médico tratante